Cuando somos pequeños, en la cultura occidental, nos enseñan a cuidar nuestras pertenencias, nuestros amigos, nuestras cosas, pero pocas veces, nos explican que todo aquello que cuidamos y queremos es susceptible de ser perdido, y es así como crecemos creyendo que nuestras relaciones, nuestras mascotas, y todas nuestras cosas, deben durar toda la vida.
Cuando contraemos matrimonio, nos hacen prometer que será para toda la vida, provocando una gran frustración, cuando esto se acaba por uno u otro motivo. Sin entender que soltar y dejar atrás algo que ya no nos hace feliz, es la mejor forma de querernos y querer al otro.
El apego, es uno de los mayores malestares emocionales de todos los siglos. Creemos que las personas, cosas, situaciones, nos pertenecen y nos cuesta pensar en que un día pueden irse o dejar de existir, pero lo cierto, es que lo más probable es que eso suceda en algún momento.
¿Te has planteado cuales son los mayores motivos de dolor en tu vida adulta? si buscas un poco, seguramente tendrán que ver con algún tipo de apego… a tus hijos, parejas, trabajo, aficiones, cuerpo, dinero, etc.
Vivimos pensando que todo lo que nos rodea, nos durará toda la vida, pocas veces somos conscientes de que hay una fecha de caducidad para todo, incluso para nosotros mismos,
Si fuera así, disfrutaríamos mucho más de nuestro presente, cada momento, y aceptaríamos que la vida esta llena de esas «cosas» o «personas» que se van, para dejar lugar a otras que vienen, compartiríamos momentos especiales con nuestros hijos, porque entenderíamos que en algún momento volarían del nido, diríamos más veces «te quiero» a nuestros padres, abuelos, hermanos, y valoraríamos mucho más los momentos y experiencias, que las cosas.
Cada día que pasa, es un día menos para disfrutar, amar, sonreir, VIVIR!!!!
No lo malgastes!!
Hey, thanks for the article post. Really looking forward to read more. Awesome. Jessie Gartin